Aldo Cibic - Paola C entrevistada por Cristina Morozzi

Aldo Cibic , nacido en Vicenza en 1955, se define como autodidacta.

 

En 1981, gracias a su relación con Ettore Sottsass, se convirtió en uno de los fundadores de Memphis, para la que diseñó unas 15 piezas. La define como la aventura más bonita de su vida. Poco a poco diversificó su negocio. Creó la colección de muebles para el hogar Standard, un término medio entre Ikea y De Padova, a la que llamó "una nueva normalidad con alegría".

 


Diseñó cerámica para Bassano y vasos con Lunardon. Gracias a la experiencia docente en la Academia Domus de Milán, comenzó a trabajar en la dimensión poética de los objetos y el diseño de servicios. La marca Paola C nació luego de conocer a Paola Coin, quien también era su compañera de vida. Todavía producen piezas que desarrollan juntos.

 


Sus proyectos "Microrealidades" en 2004 y "Rethinking" Happiness en 2010 se presentan en la Bienal de Arquitectura de Venecia. Crea Cibicworkshop para dedicarse al desarrollo de proyectos alternativos de arquitectura, interiorismo y diseño, destinados a valorizar el territorio y definir una nueva conciencia cultural. En 2018 fue nombrado profesor de la Universidad Tongji de Shanghai, donde imparte clases seis meses al año. Su objetivo en el diseño es la búsqueda de arquetipos, es decir, objetos independientes del estilo del momento, con vida propia e independiente.

 

No le interesa la moda, sino las cosas caracterizadas por su propio "absolutismo". Define su diseño alegre y vital, independiente de tendencias, capaz de satisfacer al consumidor.

 

Entre sus numerosos proyectos de diseño se encuentran los nacidos de la colaboración con Bormioli, el sofá Otto, diseñado para la casa Paola Coin en Venecia, caracterizado por un asiento profundo, realizado por Pianca; las alfombras creadas para Moret, una empresa veneciana que fabrica en Turquía. Para Rinascente de Milán, rediseñó la disposición de las ventanas. Le encantan los proyectos de interiores y considera ejemplar el de la casa de Paola Coin en Venecia (1991).