Desde niño, soñaba con convertirse en inventor.

En la escuela, tenía pasión por la física y no podía resistirse a descubrir cómo funciona el mundo que lo rodea. Creció y estudió entre Italia y Estados Unidos, pero dondequiera que viviera, siempre se sintió como un artesano y entendió que crear con sus manos era su verdadera pasión.

Hacer cosas a mano es para lo que nací.

El vidrio de Murano está conectado con un conocimiento antiguo, transmitido a lo largo de los siglos. Tiene el atractivo del fuego y el poder de moldear objetos. Y Roberto se enamoró de él. Así que decidió comprometerse con este material, convencido de que podría haber una nueva forma de convertirse en maestro vidriero. Respeta los valores de este oficio y reúne pasión, formación científica y modernidad. 

Técnicas centenarias y procesos modernos.

Roberto Beltrami no tiene lazos familiares en la tradición de Murano, pero logró adquirir las habilidades de los grandes maestros en un corto período de tiempo. Como todos los sopladores de vidrio de Murano, tiene un gran respeto por la tradición y no es un rebelde, pero decidió traer su concepto del artesano desde el continente.

WAVE MURANO GLASS respeta las prácticas que se han establecido durante siglos, añadiendo una herramienta extra a esta tradición: el entusiasmo de la juventud por probar nuevos caminos. A Roberto le encanta mantener sus manos ocupadas, pero sabe que es un niño de la era digital. Con esta conciencia, ha introducido nuevos procesos en un arte que ha sido prácticamente inmutable durante siglos. Sabe que el valor de los jóvenes es tener una mente abierta y un punto de vista fresco. Armado con esta creencia, Roberto se ha convertido rápidamente en un innovador, así como en un punto de referencia dentro de la tradición del vidrio de Murano.