Afecto y Objetos. Una antropología de la familia Castiglioni
El MAG 22/09
RESEÑA por Cristina Morozzi
Este libro cuenta la historia de una familia muy especial. Y no es sólo una historia de personas –y especialmente del ícono del diseño contemporáneo Achille Castiglioni– sino de cosas.
En la introducción, Carlo Castiglioni, el hijo de Achille, escribe: “Nací en una familia en la que los objetos siempre han tenido un papel importante. No sólo porque mi padre era diseñador y los diseñó, además de coleccionar una gran cantidad de ellos, incluidos 'objetos anónimos', sino también porque lo vi interactuando con ellos... Tengo recuerdos muy vívidos en los que lo veo. acercándose rápidamente a los objetos que pensaba que eran más interesantes, como si no quisiera que otros lo vieran. Y los tocaba, los acariciaba, los pesaba, como si quisiera apoderarse de sus cualidades intrínsecas.
Esta era una forma de percibir la realidad y especialmente los objetos. No es casualidad que mi padre dijera que las cosas nos hacen compañía. Solía decir: "Amo todas las cosas, ya sean buenas o malas... Realmente puedo sentir la relación de sentimiento mutuo entre el diseñador y el usuario". Contar quién era Aquiles a través de sus historias no es sólo una necesidad personal.
Estas historias no se refieren simplemente a las personas de las que se cuentan; son las personas mismas con sus voces y formas de ser, traídas al aquí y ahora para que podamos seguir manteniendo correspondencia con ellos”. Las cosas de Aquiles están resguardadas en la Fundación Castiglioni de Milán, custodiadas bajo la atenta mirada de su hija Giovanna.
Todo ha quedado en su lugar y en desorden creativo, tal como lo dejó Aquiles. Y no se trata de una colección de piezas únicas, antigüedades y souvenirs, sino más bien de una colección contemporánea de diversos objetos aleatorios que fueron encontrados, a veces incluso en la calle, como la lámpara de obra robada por la noche en una zona de obras y que servía como inspiración para una conferencia sobre iluminación.